Entradas Santa maria del mar
Es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura gótica catalana del siglo XIV. Fue diseñada por el arquitecto Berenguer de Montagut y era el lugar de culto de los constructores navales y mercaderes de la Barcelona bajomedieval. Desde el exterior presenta un aspecto sólido y robusto, en el que predominan las líneas rectas. El interior consta de tres naves y girola, pero carece de crucero. Lo más llamativo es la imponente nave central, con majestuosas columnas octogonales. Antes de que se construyera la iglesia, entre los siglos IV y VI, el lugar era una necrópolis romana, descubierta durante unas excavaciones en los años sesenta.
Santa maría del mar entrada
El exterior de la Basílica de Santa María del Mar (1329-1383) ofrece un aspecto compacto que no transmite lo que encontraremos en su interior. Es la más fiel representante del austero estilo gótico catalán y ha sido considerada durante mucho tiempo como la catedral de los marinos. Y no es para menos, los feligreses de la zona portuaria y del barrio de la Ribera fueron los que contribuyeron con su dinero o con su trabajo. Al parecer, toda la población del barrio de la Ribera participó en la construcción y especialmente los descargadores de los muelles, a los que se llamaba “galafates” de la Ribera o “bastaixos”, razón por la que la puerta principal de la Basílica les rinde homenaje.
Santa María del Mar ha sufrido varias catástrofes: En 1379, cuando estaba a punto de terminarse el cuarto tramo de bóvedas, los andamios se incendiaron y las piedras sufrieron un daño considerable. Más tarde, el terremoto de 1428 provocó el derrumbe del rosetón, causando algunas muertes. Y, por último, hubo un incendio los días 3 y 4 de agosto de 1936 provocado por anarquistas y comunistas que asaltaron el templo (como otras iglesias de Barcelona).
Entrada Basílica de santa maria del mar
La basílica de Santa María del Mar de Barcelona, situada en el barrio de La Ribera, es una iglesia que se construyó entre 1329 y 1383, durante el apogeo de Cataluña como nación comercial y marinera. También se la conoce como la “catedral de La Ribera”. La iglesia es un excelente ejemplo del gótico catalán, con una pureza y unidad de estilo muy poco frecuentes en la Edad Media. El corto e ininterrumpido periodo de construcción -para los estándares de la época- es probablemente la razón de ello.
La primera mención de “Santa María del Mar” data del año 998. La construcción de la iglesia actual fue impulsada por el clérigo Bernat Llull, nombrado arcediano de Santa María en 1324. Los obreros empezaron a trabajar el 25 de marzo de 1329, tras la colocación de la primera piedra por el rey Alfonso IV de Aragón, que se conmemora con una placa en la iglesia. En 1350 gran parte de los muros exteriores de la iglesia estaban terminados.
Un incendio en 1379 causó graves daños a algunas de las obras de arte. El 3 de noviembre de 1383 finalizó la construcción de la basílica de Santa María del Mar, que fue consagrada el 15 de agosto del año siguiente. En 1428, un terremoto causó también daños importantes, por ejemplo en el rosetón de la fachada oeste. El nuevo ventanal se terminó en 1459, y las vidrieras se restauraron un año después. De las dos torres, la noroeste se terminó en 1496, mientras que la suroeste no se terminó hasta 1902. Muchas estatuas y el altar fueron destruidos en un incendio durante la Guerra Civil española. En 1967, la basílica había recuperado su antiguo esplendor.
Conciertos en Santa María del Mar
Inevitablemente, mucha gente asocia de inmediato la basílica de Santa María del Mar con la novela superventas de Ildefonso Falcones-La catedral del mar (2006), una obra que revolucionó la industria editorial española al dar a conocer la increíble historia del templo y, al mismo tiempo, reforzar la creencia errónea de que el edificio es realmente una catedral. Además de la obra de Falcones (que en 2016 publicó la segunda parte de la novela, Los herederos de la tierra), la basílica -que no es una catedral- también ha protagonizado los bestsellers de Carlos Ruiz Zafón La sombra del viento y El juego del ángel, e incluso ha protagonizado su propia serie de televisión.
El resultado de esta entrañable historia es un espléndido edificio que siempre sorprende a los visitantes que pasean por las estrechas calles del barrio del Born. La falta de espacio de la plaza de Santa María dificulta la apreciación de la fachada principal, en la que destacan un arco apuntado coronado por un frontón, un vistoso rosetón (reconstruido tras el terremoto de 1428, que también causó la muerte de una treintena de fieles) y las inconfundibles torres que se alzan majestuosas hacia el cielo y que permiten reconocer el templo desde las terrazas más altas de la capital catalana.
