Palacio Real de Nápoles
La historia del Palacio Real (Palazzo Reale) de Nápoles se remonta a principios del siglo XVII, bajo la ocupación española de la ciudad, que decidió construir un palacio moderno, grande y bien decorado.
Durante tres siglos, de 1600 a 1946, el Palacio Real fue la sede del poder monárquico en Nápoles y el sur de Italia, habitado primero por los españoles, luego por los austriacos, después por los Borbones y, por último, por la Casa de Saboya .
La casa de Saboya, a la cabeza del recién construido Estado italiano, añade en la fachada del Palacio 8 estatuas que representan a los fundadores o a los soberanos más ilustres de las dinastías que reinaron sobre Nápoles.
Desde el patio principal se accede al Museo Histórico del Palacio Real, que conserva la decoración original, con sus treinta salas, en las que tenían lugar las funciones institucionales y representativas.
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La Piazza del Plebiscito es la plaza más grande de Nápoles. La construcción de la plaza lleva el nombre de Joaquín Murat, cuñado del emperador Napoleón Bonaparte. Murat fue rey de Nápoles de 1808 a 1815. La plaza semicircular tiene a un lado el Palacio Real (Palazzo Reale) y al otro la iglesia de San Francesco di Paolo, que se construyó siguiendo el ejemplo del Panteón de Roma.
El Palazzo Reale, o Palacio Real de Nápoles, se construyó en el siglo XVII y ha sido el centro del poder en el sur de Italia durante tres siglos. Originalmente, el palacio fue encargado por los Habsburgo españoles, después lo habitaron los Borbones y, por último, con la unificación de Italia, pasó a manos de los príncipes reales de la Casa de Saboya. Hoy en día, este palacio de Nápoles sirve de puerta de entrada a la ciudad y al mar. Encontrará una serie de pórticos, patios y jardines en este imponente edificio, todos los cuales conducen a espacios antiguamente ocupados por la corte del Palacio Real. Hoy, los espacios se utilizan como museo y otras instituciones culturales, como la Biblioteca Nacional y el adyacente teatro San Carlo. Lo más destacado son sin duda los apartamentos históricos, en los que se pueden descubrir todo tipo de tesoros antiguos; cuadros, muebles, estucos de mármol y tapices cuentan la historia de los antiguos habitantes del palacio real. Debido a su ubicación, el Palazzo Reale se considera el corazón palpitante de la ciudad de Nápoles Italia.
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Museo di palazzo reale
El Palacio Real de Nápoles no fue construido por los Borbones. Su construcción fue ordenada e iniciada en 1600 por el virrey español Fernando Ruiz de Castro para una visita (nunca realizada) del nuevo rey de España, Felipe III Habsburgo (hijo de Felipe II) al Virreinato.
Si prestamos atención a este palacio, ello se debe a que los Borbones restauraron y embellecieron en gran medida tanto el palacio como su entorno, que bajo Fernando II tomó el aspecto encantador que sigue teniendo hoy en día.
El palacio se construyó en la vasta zona comprendida entre Santa Lucía y Castelnuovo; el proyecto general se encargó a uno de los arquitectos más famosos de la época, Domenico Fontana, que ya había realizado las majestuosas obras encargadas por el papa Sixto V en Roma; pero los trabajos se prolongaron durante décadas y en muchos casos se modificó el diseño original realizado por Fontana. Sin embargo, durante todo el siglo XVI, el palacio y su vasta “Plaza de Palacio” fueron el corazón palpitante de la vida social y política de Nápoles.
Cuando el rey Carlos llegó a Nápoles en 1734, el palacio estaba abandonado y carecía por completo del mobiliario necesario para albergar al Rey y a su Corte. La situación era tan grave que la Corte tuvo que comprar muebles, cortinas y enseres en la casa de empeños y a particulares [Véase A. BORRELLI, Il Palazzo nei secoli, en Il Palazzo Reale di Napoli, Arte Tipografica, Nápoles 1987, pp. 23-32 (p. 29). Véase también: Il Palazzo Reale di Napoli, a cura della Soprintendenza per i Beni Ambientali e Architettonici di Napoli e Provincia, Electa Napoli, Elemond Editori Associati, 1995. Citamos toda la información de esos volúmenes].
