Parque de aranjuez
Desde 1984, la ruta Madrid-Aranjuez cuenta con el Tren de la Fresa, cuyo ambiente recuerda a los viajes del siglo XIX. Los vagones de madera son una réplica exacta de los originales y las azafatas van vestidas de época.
El Tren de la Fresa sale por la mañana de la antigua estación de Delicias, hoy Museo del Ferrocarril, y llega a la estación de Aranjuez, donde comienza una visita guiada a la ciudad y al Palacio Real. Luego hay tiempo libre para visitar los jardines y regresar a Madrid por la tarde. El transporte y las entradas están incluidos en el precio total.
Los trenes circulan regularmente en ambas direcciones. Aunque la estación más céntrica es Sol, se puede tomar desde cualquiera de las estaciones de la línea. Le recomendamos que consulte los horarios en el buscador que encontrará en la web de Cercanías-Renfe.
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El tren medio entre Cuenca y Moncloa-Aravaca tarda 58 minutos y el tren más rápido tarda 53 minutos. Hay un servicio de tren cada pocas horas de Cuenca a Moncloa-Aravaca. La duración del viaje puede ser mayor los fines de semana y los días festivos; utilice el formulario de búsqueda de esta página para buscar una fecha de viaje concreta.
¿Quieres saber cómo viajar de Cuenca a Moncloa-Aravaca? Hemos reunido una lista de las preguntas más frecuentes de nuestros usuarios como: ¿Cuál es el medio de transporte más barato?, ¿Cuál es la opción más rápida?, ¿Cuánto suelen costar los billetes? y muchas más.
Sí, hay un tren directo que sale de Cuenca Fernando Zobel y llega a Madrid-Puerta De Atocha. Los servicios salen cada dos horas y funcionan todos los días. El viaje dura aproximadamente 54 minutos.
Renfe AVE opera un tren de Cuenca Fernando Zobel a Madrid-Puerta De Atocha cada 3 horas. Los billetes cuestan entre 19 y 50 euros y el viaje dura 54 minutos. Renfe Viajeros también realiza esta ruta dos veces al día.
El excelente y extenso sistema ferroviario español conecta ciudades de toda España y de los países vecinos. Los trenes AVE de Renfe pueden alcanzar velocidades de hasta 350 km/h, lo que hace que los viajes entre las principales ciudades sean muy eficientes. Todos los trenes de media y larga distancia requieren una reserva de asiento; la venta de billetes para estos trenes suele abrirse entre 30 y 60 días antes del viaje. La mayoría de los trenes de Renfe tienen dos clases: Turista (2ª clase) y Preferente (1ª clase), aunque algunos trenes AVE ofrecen Turista Plus. Hay WiFi gratuito para los pasajeros de Preferente y para los que tienen la tarjeta de fidelidad +Renfe.
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Nuestra sugerencia es tomar allí la línea C-1 de Cercanías Renfe, con destino a Príncipe Pío, pero hay que bajarse en la estación de Chamartín y cambiar de línea a la C-3 con destino a Aranjuez hasta el final del viaje (normalmente estos trenes salen por el andén 1-2-3, por favor, fíjate en los paneles de los andenes).
En la estación de autobuses de Aranjuez y en la estación de autobuses de Madrid Sur, hay paneles con los horarios y taquillas donde puede pedir información y comprar los billetes para su destino. En Legazpi no hay taquillas, sólo hay una parada en la calle. La estación de autobuses de Madrid tiene conexión con Metro y Cercanías Renfe.
La granja aranjuez
Rabat es un destino poco conocido y poco frecuentado por los turistas que viajan a Marruecos. Éste es precisamente uno de sus mayores atractivos: la posibilidad de disfrutar de sus monumentos y rincones llenos de ambiente, sin el estrés asociado a otras ciudades como Marrakech, Casablanca o Fez.
La ciudad se encuentra en la desembocadura del río Bou Regreg, en la fachada atlántica, y es una curiosa mezcla de lo antiguo y lo nuevo. La antigua medina y las murallas contrastan con la ciudad nueva, que alberga las instalaciones administrativas del país. No es excesivamente grande, por lo que se puede ver todo en un par de días. A continuación, hemos hecho una selección de los lugares imprescindibles que hay que ver cuando se visita Rabat.
La Torre Hassan es uno de los principales hitos de Rabat, fruto inacabado de la época de mayor esplendor de la ciudad. En el siglo XII, el sultán Yaqoub al-Mansour decidió construir la mayor mezquita de Occidente, para lo que encargó al mismo arquitecto que había diseñado la mezquita de la Koutoubia de Marrakech y la Giralda de Sevilla. Desgraciadamente, el sultán murió antes de que la mezquita estuviera terminada y las obras se detuvieron. El elemento arquitectónico más llamativo es el alminar, con sus diseños geométricos. Estaba previsto que tuviera 86 metros de altura, pero finalmente sólo se completaron 44 metros. El resto del complejo está formado por las columnas que sostienen las 21 naves.
