Menú Arzak
Un local rústico en la carretera que sube al monte Igueldo con un interior clásico-contemporáneo que es una agradable sorpresa. Cocina vasca con ingredientes de primera calidad y una magnífica bodega con algunos de los mejores vinos del mundo.
Toda la actualidad de tus viajes: nuestros consejos y buenas ofertas de automóviles, motos y neumáticos, rutas, actualizaciones de tráfico y flashes de la red de carreteras, servicios de motor en tu ruta y futuras novedades. Suscríbase al boletín de noticias de Michelin
Manufacture Française des Pneumatiques Michelin tratará su dirección de correo electrónico para gestionar su suscripción al boletín de noticias Michelin. Puede darse de baja en cualquier momento haciendo clic en el enlace de cancelación de la suscripción incluido en el boletín. Más información
Carta de vinos de Rekondo
Este caserío, que comenzó en 1964 como una modesta sidrería en la ladera del Monte Igueldo, ha sido transformado por Lourdes Rekondo, hija del propietario original, en una parada obligatoria en San Sebastián. La cocina es tradicional: los mejores arroces con almejas de la ciudad, una estupenda morcilla y una gran variedad de pescados y carnes a la brasa. Pero la principal atracción es la bodega, considerada una de las mejores del mundo, que alberga unas 130.000 botellas que representan las mejores regiones vinícolas del mundo.
Akelarre
También está cerca (a una hora y media en coche) de mi región vinícola favorita, La Rioja, ya que La Rioja Alavesa forma parte del País Vasco, y en lo que respecta al vino, Donostia San Sebastián tiene un restaurante, el Rekondo, que debe tener una de las mejores listas de vinos del mundo (con una bodega que supera las 120.000 botellas).
Tienen tantas botellas que venden algunas de las más antiguas a precios de saldo. Son vinos que no se pueden encontrar en ningún otro lugar del mundo y (aunque se puedan encontrar) a precios que, francamente, avergüenzan a la mayoría, si no a todos, los restaurantes del Reino Unido (y de Estados Unidos) que pretenden tener una carta de vinos medianamente decente. Incluso los más nuevos se venden a precios de ganga.
Un vino hermoso y elegante que estaba fresco como una lechuga. En Winesearcher se vende por unos 150 euros (en España). Sobre esta base, me da miedo pensar cuánto costaría si estuviera en la lista de un restaurante del Reino Unido (sospecho que más de 200 libras).
Se dice (no estoy seguro de que sea un mito urbano, no lo he encontrado en Internet) que al corresponsal de vinos del LA Times (o de un periódico similar) le salió más barato volar a Madrid (supuestamente en clase preferente), alquilar un coche para ir a Donostia San Sebastián, pasar la noche y comprar un vino muy caro (Chateau Le Pin o Petrus o algo así) en Rekondo que comprar el mismo vino en el famoso restaurante The French Laundry de California. Es una de esas historias que ciertamente tienen un toque de veracidad, ya que el vino en el French Laundry es terriblemente caro y el vino en Rekondo es alegremente barato.
Casa urola
San Sebastián es una ciudad variada en cuanto a estilo gastronómico. Los famosos pintxos se comen a pie y de forma rotativa; pero también hay fabulosos restaurantes para sentarse que le han valido a la ciudad la distinción de más estrellas Michelin per cápita.
Sin embargo, una comida con estrella es sólo la punta del iceberg culinario de San Sebastián. Los donostiarras frecuentan lugares que sirven platos tradicionales vascos con productos de mercado, como Casa Urola y Astelena 1997. La parrilla tiene un papel protagonista en la mesa, ya sea en forma de txuleta, en Patxikuenea, o de rodaballo perfectamente carbonizado en Elkano. La mejor manera de digerir este destino culinario es con una mezcla de lo alto, lo bajo y lo miniatura.
Más de un comensal involuntario se ha tomado un pintxo o dos en la planta baja de Casa Urola y ha seguido adelante, sin darse cuenta de que arriba se encuentra uno de los mejores restaurantes de San Sebastián. Pablo Loureiro es un chef que se ciñe a sus principios cuando se trata de la estacionalidad extrema y el producto cuidadosamente obtenido. Es imposible equivocarse con la carta de verduras, carnes y pescados a la brasa, y especialidades vascas como las kokotxas de bacalao y los calamares de raya. Comparte los platos para probar lo que es, literalmente, el mejor producto que encontrarás en la ciudad.
